Parteras y remedios herbolarios, el primer recurso médico de 9 de cada 10 mujeres en la Frailesca
A pesar de los avances de la medicina institucional, las mujeres rurales en Chiapas siguen recurriendo a las parteras tradicionales y al uso de plantas medicinales
En las comunidades rurales de la región Frailesca, en Chiapas, la medicina tradicional y la labor de las parteras continúan siendo pilares fundamentales en el cuidado de la salud. De acuerdo con investigaciones recientes, 9 de cada 10 mujeres rurales acuden a ellas y al uso de remedios herbolarios como su primera opción de atención médica.
A pesar de los avances de la medicina institucional, el uso de plantas medicinales y la atención de parteras tradicionales siguen siendo el principal recurso para gran parte de la población rural, debido a factores culturales, económicos y de acceso.
Paola Cortés Orantes, egresada de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) y estudiante de maestría en Salud Pública, ha centrado su investigación en el uso de plantas medicinales por parte de parteras tradicionales en la región Frailesca. En su trabajo, documenta cómo la herbolaria continúa siendo un componente esencial para tratar padecimientos comunes, especialmente los relacionados con la salud ginecológica y obstétrica.
De acuerdo con su estudio, entre el 80 y 90 por ciento de la población en comunidades rurales recurre a la medicina tradicional como primera opción de atención, ante la falta de recursos económicos, la distancia hacia los centros de salud y la confianza que mantienen en las parteras locales.
“En muchas comunidades, incluso cuando hay una casa de salud, las mujeres acuden primero con una partera”, explicó Cortés, quien ha trabajado directamente en localidades como Guadalupe Victoria, Cuauhtémoc y Benito Juárez, donde observó que las parteras representan el primer contacto de atención para mujeres embarazadas o con padecimientos ginecológicos.
El uso de plantas medicinales en estos contextos es variado. Entre las más comunes se encuentran la manzanilla, el hinojo, el maguey morado y la teniza, utilizadas en infusiones y combinaciones para aliviar cólicos menstruales, tratar infecciones y facilitar el trabajo de parto.
Más allá de su valor terapéutico, estas prácticas forman parte de una herencia cultural que ha sobrevivido por generaciones. Las parteras transmiten sus conocimientos de forma oral y práctica, preservando un sistema de atención que combina saberes ancestrales con experiencia empírica.
Para Cortés Orantes, el reto actual consiste en reconocer e integrar estos saberes al sistema de salud, con una visión de respeto y colaboración entre la medicina científica y la tradicional.
“No se trata de desacreditar las infusiones o los tratamientos herbolarios, sino de entenderlos y darles el valor que tienen dentro de la salud comunitaria”, afirmó.
El estudio forma parte de una línea de investigación que busca visibilizar el papel de las parteras tradicionales en Chiapas, así como promover su capacitación y documentación de conocimientos, con el fin de garantizar prácticas seguras y fortalecer la atención médica en zonas donde el acceso institucional aún es limitado.

