Local

Más de 74 mil personas hablan zoque en Chiapas

Esta lengua es una de las más representativas del estado haciendo presencia en diversas comunidades indígenas

En Chiapas, más de 74 mil personas conservan viva la lengua zoque, una de las más representativas del estado y parte esencial del patrimonio cultural indígena de México. Aunque se mantiene como una lengua con vitalidad media, diversas comunidades han alertado sobre el riesgo de desaparición de algunas de sus variantes, principalmente por el abandono generacional y la migración.

De acuerdo con fuentes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), en Chiapas existen 74,018 hablantes de zoque: 37,186 mujeres y 36,832 hombres, según cifras del Censo de Población y Vivienda 2020. El idioma pertenece a la familia mixe-zoqueana y se habla principalmente en municipios como Copainalá, Tapalapa, Ocotepec, Pantepec y Amatán.

El zoque ocupa el cuarto lugar entre las lenguas indígenas más habladas en Chiapas, después del tseltal, tsotsil y ch’ol, aunque su presencia es mucho más localizada. Estudios del INPI señalan que algunas variantes, como la zoque del sur, se encuentran en alto riesgo de desaparición, debido al bajo número de hablantes jóvenes y a la pérdida del uso cotidiano en espacios comunitarios y familiares.

Pese a ello, el idioma zoque mantiene niveles de uso en el hogar entre el 65% y el 80%, y una tasa de bilingüismo superior al 70%, lo que indica que la mayoría de sus hablantes también dominan el español. Esto representa tanto una ventaja como un desafío: aunque permite la comunicación intercultural, también puede contribuir al desplazamiento lingüístico en las nuevas generaciones.

Autoridades educativas y organizaciones culturales han insistido en la necesidad de implementar programas de revitalización lingüística, materiales escolares en lengua zoque, y fomentar el orgullo cultural entre la niñez indígena para asegurar la transmisión del idioma.

El zoque no solo es una lengua viva, sino también una parte esencial de la identidad de miles de chiapanecos que, a pesar de los retos, continúan hablándola, enseñándola y defendiéndola.