Juliette Binoche: nunca quise ser actriz de Hollywood
La actriz francesa se retiró de Hollywood y Estados Unidos por no estar conforme con el sistema; su reciente filme denuncia empleos mal pagados y la explotación laboral
Mientras en Hollywood sigue la huelga de actores y guionistas, cruzando el océano Atlántico, Europa continúa su propio camino en el cine. Y en eso tiene mucho que ver el título de la nueva producción francesa de Juliette Binoche, Between Two Worlds, donde interpreta a una reconocida escritora que acepta un trabajo como conserje para exponer, en un nuevo libro autobiográfico, los oficios mal pagados. Otro estilo de protesta, sin huelga.
¿Te despediste de Hollywood para siempre?
No sé si sea tan así, probablemente me alejé en cierta forma después de (ganar) el Oscar (como Mejor actriz de reparto) por El paciente inglés.
Tampoco quiero decir que me sentía culpable por el éxito, pero sentí que estaba haciendo sombra a otros y por alguna razón traté de atraer menos atención. Por eso volví al cine francés. Pero mi sueño nunca fue ser una actriz de Hollywood. Digamos que yo quería ser mucho más global, es mucho más interesante verlo desde ese perfil. Y cuando llegó el momento de vivir en Estados Unidos, sentí que el sistema no era para mí, me daba miedo, no me sentía cómoda.
¿Cómo es que en Europa no hicieron ninguna huelga de actores como en Estados Unidos? ¿Cuál es la diferencia entre Hollywood y el cine europeo?
El sistema francés es increíble porque está sostenido por el gobierno. No todo el cine, pero el de autor sí y es algo precioso. El cine es real en Francia y está protegido. Por ese lado, me siento bendecida, pero yo siempre estuve del lado del cine independiente, siempre fui independiente en todo sentido: en mi forma de vivir, pensar; mi estilo de educación siempre tuvo un perfil autónomo.
En el caso de Between Two Worlds, ¿Se parece en algo tu personaje a la verdadera Juliette Binoche?
Mi padre se estaba muriendo cuando yo llegué exhausta y con un corazón quebrado, en un estado físico y mental que me sirvió como experiencia para el rodaje donde tuve que trabajar con otras mujeres que estaban sufriendo tanto como yo.
El título Between Two Worlds lo describe mucho mejor que el nombre original francés Ouistreham que sólo nombra la ciudad donde Binoche interpreta una famosa escritora que trata de investigar la explotación de la clase trabajadora en el Norte de Francia, aceptando la posición para limpiar en un barco que transporta gente desde aquella ciudad francesa de Ouistreham hasta el puerto inglés de Portsmouth, tomando un cercano contacto con verdaderas mujeres que se ganan la vida así.
Basada en la verdadera autobiografía de la periodista Florence Aubenas que escribió sus experiencias en el libro Le Quai de Ouistreham, marca también la vuelta al cine del director francés Emmanuel Carrère desde que dirigió El misterioso y La Moustache.
¿Es posible imaginar una estrella de cine como tu limpiando pisos?
Yo siempre quise interpretar al personal de limpieza para buscar básicamente un universo diferente. Cuando mi abuela polaca llegó a Francia durante la Segunda Guerra Mundial tuvo trabajos muy extraños, limpiando casas para sobrevivir. Y mi madre, cuando era estudiante, también tuvo trabajos de limpieza. Y yo también, cuando todavía estudiaba tuve varios trabajos diferentes. En cierta forma, es parte de la historia de mi familia y todavía es una parte mía.
¿En el libro original, tu personaje en realidad no era una verdadera periodista que escribió su autobiografía?
Marianne no es una periodista en la película, como en el libro de Florence Aubens. La interpreto como una escritora que decide experimentar la miseria desde un pequeño rincón y trata que pasar desapercibida. Obviamente, hay algo en ella que nos recuerda a un espía o detective, de igual forma que una actriz investiga un personaje para sentir que es verdad su historia. Y me toca meterme entre otras personas, con ellas, con sinceridad, pero también desde una distancia, tomando notas y transcribiendo todo por la noche, para tratar de averiguar dónde está el límite entre la mentira y la verdad.
¿En tu caso, hubieras podido pasar desapercibida para investigar el tema verdadero de mujeres que trabajan casi como esclavas?
Cuando me tuve que preparar para filmar otra película francesa como Les Amants du Pont Neuf, pasé bastante tiempo de incógnito en la calle y por la noche, en un refugio nocturno que recibía vagabundos sin un techo para vivir. Al final de una de esas noches, volviendo a Paris en autobús, un señor de origen indio, quien no tenía la menor idea que yo era actriz estudiando, sacó 500 francos del bolsillo y me propuso gastarlos juntos.
Fue algo increíble, un desafío que me llevó a vivir como una mujer que vive en la calle. Y lo mismo pasa con Between Two Worlds, donde hay que entender un estilo de vida muy cercano a la esclavitud, con la esperanza de generar un cambio en las condiciones miserables en que vive esa gente. Es exactamente lo que pasó con el libro original de Florence, que tuvo suerte de tener éxito porque también generó cambios en las condiciones del personal de limpieza, haciendo visible algo que hasta ese entonces era invisible.
¿Cómo surgió la idea de llevar al cine esta historia?
Probablemente fue en el 2010, cuando se publicó el libro The Night Cleaner, de Florence Aubenas.
Me recomendaron leerlo, con la idea de adaptarlo. Pero después me dijeron que me olvidara porque Florence no quería ceder los derechos y me lo confirmó cuando se lo pregunté personalmente. Para ella, era un tema del pasado que no quería volver a vivir en el cine de ninguna manera.
¿Y cómo lo lograron?
Soy bastante terca cuando un proyecto me llega tanto al corazón. Así que volví a insistir con Florence y me dijo que la única forma de aceptar era que Emmanuel Carrère escribiera el guion. Pero él no estaba disponible.
Y para endulzar el acuerdo, sugerí que Emmanuel fuera el director, además de escribir la adaptación al cine. Después de varias cenas con Emmanuel y Florence, finalmente aceptó. El proyecto empezó a tener forma con un productor que ya estaba trabajando en adaptar el libro original. Yo también quería producir además de actuar aunque me lo negaron por varias razones, un rechazo que también me pareció injusto y humillante. Pero como el tema central de Between Two Worlds es la humillación de las mujeres, al final, me sirvió muy bien.
¿Es verdad que muchas de las mujeres humilladas que vemos en el cine no son actrices de verdad?
Sí y pasé mucho tiempo hablando con ellas, en especial con Hélene Lambert, quien sin dudas tenía el temperamento más incierto de todo el grupo. Había construido una pared alrededor suyo, antes de decidir si iba a interpretar el rol, que en realidad tampoco es un rol, especialmente antes de decidir si me iba a aceptar a mí. Se necesitó cierto tiempo hasta que de pronto, entre dos escenas, se abrió totalmente para contarme su vida como una madre soltera de tres hijos jovencitos, con todos los kilómetros que camina todas las mañanas para ir a trabajar. Mi rol era hablar con estas mujeres, asegurándoles, convenciéndolas que son capaces de tomar la feliz responsabilidad de mostrar el mundo secreto de sus profesiones. Y fue como enseñarle a alguien a bailar. Todas son fantásticas.
¿La mejor lección que te dejaron?
Me enseñaron que hasta en la más profunda miseria es necesario tener amigos, para bromear y divertirte. Así como yo estaba disponible para ellas, ellas estuvieron para mi.
¿Se parece en algo la historia del filme a la queja de Hollywood con la huelga de actores?
Sé lo que significa trabajar, pero yo nunca imaginé lo que se siente ganar tan poco al trabajar, virtualmente nada, con tus manos literalmente limpiando mierda. Lo mismo, con los kilómetros que tienen que recorrer muy temprano por la mañana y tan tarde por la noche, mientras la mayoría de la gente está en la comodidad de sus casas.
¿Las imágenes con los migrantes al costado del camino figuraba en el guion?
En la ciudad de Ouistreham hay siempre migrantes, es imposible ignorarlos. Y aprovecharon otras escenas que habían filmado como un hermoso documental, cerca del puerto donde se ven los migrantes con otras personas. Y creo que esas escenas, con lo que se cuenta de Sudán, muestra un poco el lugar que ocupan los migrantes en las vidas de estas mujeres, porque ellos están ahí siempre, las mujeres los ven, pasan por al lado de ellos y los migrantes desaparecen por la noche.
Así, el filme toca feminismo, migración defensa de los derechos de las minorías y va contra explotación la laboral.
El dato
La Binoche
-Tiene 59 años.
-Hizo trabajos altruistas con huérfanos en Camboya.
-Fue opositora de Nicolás Sarkozy.
-Será protagonista de la nueva película de Uberto Pasolini, The Return.